Muchas veces se comparan las sensaciones del parto con lo que puedes experimentar teniendo un cólico nefrítico, un dolor fuerte a la altura del riñón o de las vías urinarias debido a una obstrucción aguda. Lo que muchas no nos han contado es que las contracciones del útero durante la regla son similares a las del parto, eso sí, no deberían de ser tan dolorosas.
Cada ciclo menstrual, la capa que recubre el útero por dentro, el endometrio, crece hasta formar una “cama” para que el óvulo anide en caso de ser fecundado. En caso contrario, el endometrio se desprende y el cuerpo tiene que expulsarlo fuera, por nuestra vagina. Y así cada mes, una y otra vez.
El cuerpo produce unas sustancias químicas llamadas prostaglandinas, cuya función es la de provocar contracciones en la pared muscular del útero para expulsar el endometrio. A estas contracciones también se las conoce como calambres menstruales o cólicos cuando son muy violentas y son parecidas a las que se experimentan durante el parto. ¡Nuestro cuerpo es una auténtica maravilla!
En la premenstruación se pueden empezar a notar en menor intensidad pero es durante la menstruación cuando estas contracciones son más fuertes. La duración y la intensidad son variables y dependen de cada cuerpo. Generalmente las sentimos como un tipo de calambre en la zona baja del abdomen y a veces, en la espalda.
Y con todo y esto vamos a trabajar, realizamos tareas familiares, quedamos con amigas, vamos al gimnasio, en fin, intentamos seguir nuestra vida como si no estuviera sucediendo nada en nuestros cuerpos. El grado de resistencia y de fuerza que tenemos las mujeres o personas que menstruamos es alucinante y estamos hartas de que no se tenga en cuenta y se invisibilice.
¿Por qué el deporte puede ser nuestro mejor aliado?
El deporte genera endorfinas, unas sustancias naturales sintetizadas por el cerebro que, entre otras cosas, inhiben o disminuyen temporalmente la sensación de dolor. La composición química y actuación de las endorfinas es muy semejante a la de los derivados del opio, como la heroína, la morfina y la codeína. Sin embargo, las endorfinas no tienen los efectos secundarios dañinos y destructivos que suponen las drogas para el sistema nervioso.
Según un estudio el 78% de las mujeres asegura que hacer ejercicio alivia las molestias asociadas con su ciclo menstrual.
Por lo tanto practicar deporte estos días ayuda a disminuir esa sensación dolorosa producida por las contracciones. Podemos realizar ejercicios cardiovasculares a ritmo constante, de intensidad moderada y de poco impacto como por ejemplo la natación, también sesiones de por lo menos 30 minutos de caminatas o bici estática. Si practicamos un deporte concreto podemos bajar la intensidad al 70% de tus capacidades respiratorias para adecuarla a la situación de sobreesfuerzo por la que está pasando nuestro cuerpo.
Además entrenar regularmente aumenta el umbral del dolor, el cuerpo es capaz de adaptarse a casi todo, incluidas las molestias físicas que se generan durante y después de un entrenamiento debido al aumento de tolerancia que se produce con la fatiga muscular.
Nuestra percepción y sensación de lo que realmente es dolor y de lo que es una molestia moderada o leve, cambian al experimentar nuevas sensaciones físicas y aprender a identificarlas correctamente. El cuerpo y la mente se van acostumbrando, se produce una mayor adaptación, pero esto no significa que haya que aguantar el dolor si no que es importante aprender a ubicar bien las sensaciones para no confundirlas, ya que si estamos identificando una molestia leve como dolor, percibiremos las menstruaciones más dolorosas de lo que realmente son.
El deporte no es solo una buena forma de aliviar el dolor sino que es una de las mejores herramientas que tenemos a nuestra disposición para alargar y mejorar nuestra vida. Los beneficios de practicar deporte son muchísimos: es un ansiolítico natural, nos protege del envejecimiento prematuro, previene la osteoporosis, disminuye un 25% el cáncer de mama, reduce la probabilidad de padecer cáncer de colon, endometrio, ovario, páncreas y vejiga y, entre otras muchas más cosas, evita la mortalidad por enfermedad cardiovascular atribuida al exceso de peso u obesidad. La inactividad física es el cuarto factor de riesgo de la mortalidad global, por lo tanto, qué mayor amor propio que el amor a nuestra propia vida.
*Aclaramos: la menstruación dolorosa es un trastorno ginecológico que se estima que afecta aproximadamente a un 30 % de las mujeres en edad reproductiva. El dolor menstrual o dismenorrea NO ES NORMAL, cuando es un dolor incapacitante puede ser síntoma de alguna patología como la endometriosis, síndrome de ovario poliquístico (SOP), adenomiosis, etc.
Fuentes:
- The effects of menstrual cycle phase on physical performance in female soccer players. Ross Julian, Anne Hecksteden, Hugh H. K. Fullagar, Tim Meyer. 2017.
- Clara García, compañera de contenidos, peleadora amateur de K1 y Sanda, y cofundadora de Cicla.
- Fisiología Humana: Aplicación a la actividad física. Francisco Javier Calderon Montero. Medica Panamericana. 2018.
Escrito el 11 de Junio de 2020
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